La amenaza del cambio climático y los signos de sus efectos adversos se pueden ver en la pérdida de biodiversidad, la escasez de alimentos y agua, y el aumento de los desastres naturales. En respuesta, algunas organizaciones están trabajando para reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) o eliminar los residuos de sus cadenas de suministro.
Además, se espera cada vez más que las empresas adopten prácticas comerciales más sustentables y muestren su progreso a través de informes de sustentabilidad. Las partes interesadas hacen cada vez más hincapié en que se lleven a la práctica las iniciativas en materia de ESG y responsabilidad social de las empresas (RSE), razón por la cual se han aprobado leyes como la Directiva sobre la elaboración de informes de sustentabilidad de las empresas (CSRD) . La CSRD exige a las empresas de la Unión Europea (UE) que informen sobre el impacto medioambiental y sustentable de sus actividades empresariales, así como sobre sus iniciativas ESG, a través de informes ESG.
Muchas organizaciones también están considerando lo que significa para sus operaciones adherirse a los Objetivos de Desarrollo sustentable (ODS) de las Naciones Unidas. Hay 17 ODS en total, aunque es probable que los profesionales de la contratación se centren en el Objetivo 12, que insiste en la necesidad de "garantizar pautas de consumo y producción sustentables". Para alcanzar el Objetivo 12, se han delineado once metas diferentes. Una de ellas, la meta 12.7, apunta específicamente a “promover prácticas de contratación pública que sean sustentables, de acuerdo con las políticas y prioridades nacionales”.1
Todos los aspectos de la contratación, desde la toma de decisiones hasta el abastecimiento y la preparación de la función para el futuro, pueden analizarse para garantizar que las organizaciones cuentan con estrategias de contratación sustentable viables. Esto presiona a los profesionales de la cadena de suministro y la contratación para que se fijen objetivos como reducir la huella de carbono de su empresa reduciendo las emisiones, vigilar continuamente las violaciones de los derechos humanos, como el trabajo infantil, y adoptar prácticas de contratación más sustentables.