Los estándares de calidad de los datos garantizan que las compañías tomen decisiones basadas en datos para cumplir con sus objetivos comerciales. Si los problemas de datos, como datos duplicados, missing values, valores atípicos, no se abordan adecuadamente, las compañías aumentan su riesgo de resultados comerciales negativos. Según un reporte de Gartner, la mala calidad de los datos cuesta a las organizaciones un promedio de 12.9 millones de dólares cada año 1. Como resultado, surgieron herramientas de calidad de datos para mitigar el impacto negativo asociado con la mala calidad de los datos.
Cuando la calidad de los datos cumple con el estándar para su uso previsto, los consumidores de datos pueden confiar en los datos y aprovecharlos para mejorar la toma de decisiones, lo que lleva al desarrollo de nuevas estrategias comerciales o a la optimización de las existentes. Sin embargo, cuando no se cumple un estándar, las herramientas de calidad de datos proporcionan valor al ayudar a las compañías a diagnosticar problemas de datos subyacentes. Un análisis de causa principal permite a los equipos solucionar los problemas de calidad de los datos de forma rápida y eficaz.
La calidad de los datos no solo es una prioridad para las operaciones comerciales diarias; a medida que las empresas integran inteligencia artificial (IA) y tecnologías de automatización en sus flujos de trabajo, los datos de alta calidad serán cruciales para la adopción efectiva de estas herramientas. Como dice el viejo refrán, “basura dentro, basura fuera”, y esto también es cierto para los algoritmos de aprendizaje automático. Si el algoritmo está aprendiendo a predecir o clasificar en datos malos, podemos esperar que arroje resultados inexactos.