La escala de la ecoimpostura puede variar desde una redacción ambigua en torno a iniciativas ecológicas hasta campañas de marketing multimillonarias. Por ejemplo, una empresa puede emplear compensaciones ocultas para hacer afirmaciones ambientales basadas en un conjunto limitado de atributos mientras ignora problemas más grandes. Quizás sus productos estén hechos de contenido reciclado o sean compostables, pero la producción genera emisiones de carbono excesivas.
En los últimos años, la ecoimpostura se manifestó como afirmaciones ambientales falsas, informes ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) inexactos, certificados de energía renovable fraudulentos y más. Otros ejemplos incluyen:
Marketing falso
En 2020, la autoridad italiana de Competencia y Marketing multó a la petrolera italiana Eni con 5 millones de euros por hacer declaraciones falsas que afirmaban que su biocombustible diésel tenía un impacto ambiental positivo.2 Se anunciaba que el combustible Diesel+ de Eni, compuesto por un 15 % de aceite de palma hidrotratado y un 85 % de combustibles fósiles, producía menos emisiones de GEI. Mientras tanto, la producción de aceite de palma provocó una deforestación masiva, mientras que el aceite de palma en sí puede producir hasta tres veces la cantidad de emisiones.3
Redacción engañosa
En 2022, las autoridades regulatorias canadienses multaron a Keurig con 3 millones CAD por hacer declaraciones engañosas afirmando que las cápsulas de café de un solo uso de la empresa eran reciclables. Si bien las cápsulas se podían reciclar con facilidad en Columbia Británica y Quebec, las instrucciones para hacerlo fuera de las provincias no eran suficientes para algunos recicladores. Como resultado, las cápsulas no fueron aceptadas y terminaron en el vertedero.
Declaraciones infundadas
Si bien estos ejemplos de ecoimpostura son de mayor escala, la mayoría de los casos son más ambiguos y frecuentes por naturaleza. Pensemos en los minoristas de la industria de la moda que adoptaron estrategias de moda sustentable en medio del escrutinio de la moda rápida. Un estudio reciente de las Naciones Unidas (ONU) reveló que el 60 % de las afirmaciones de sustentabilidad de las marcas de moda en Europa son “infundadas” o “engañosas”.4 Más a menudo, estas tácticas de ecoimpostura entran en el ámbito de aplicación de la normativa sobre ecoimpostura.