La personalización impulsada por IA generalmente implementa alguna combinación de machine learning (ML), procesamiento de lenguaje natural (NLP) e IA generativa. En general, el proceso funciona mediante la recopilación de datos del cliente sobre el comportamiento, las preferencias y las interacciones del usuario, junto con datos contextuales como la ubicación, la hora del día y el dispositivo utilizado. A menudo, esta recopilación de datos implica la fusión de datos de la organización con conjuntos de datos de terceros.
Estos datos son analizados por algoritmos de IA, que identifican patrones y tendencias en el comportamiento de los usuarios. Por lo general, la IA también agrupará a los usuarios en segmentos basados en características y comportamientos similares en un proceso conocido como segmentación de audiencia. Al analizar estos segmentos y comportamientos de los usuarios, la IA recomienda productos, servicios o contenidos que se alinean con las preferencias y la demografía de los usuarios. También puede mostrar contenido específico en un sitio web o aplicación a diferentes usuarios en función de sus perfiles únicos.
A medida que la IA continúa “aprendiendo” de los usuarios a lo largo del tiempo, optimiza aún más su proceso de personalización y se adapta continuamente para refinar sus recomendaciones y respuestas.