Cuando los clientes que utilizan herramientas o productos de desarrollo de IBM se encuentran con problemas o cuestiones, naturalmente recurren a los equipos internos de soporte de desarrollo de IBM, tanto de nivel 2 como de nivel 3, en busca de ayuda y experiencia. Una vez que se generan las incidencias de soporte, la resolución de los problemas subyacentes requiere la mayoría de las veces de la intervención de múltiples equipos de soporte, que trabajan de forma conjunta y colaborativa, para resolverlos. En otras palabras, se trata de un verdadero trabajo de equipo; cuanto más fluida y perfecta sea la interacción, menor será el tiempo de resolución.
Dentro de IBM, algunos de estos equipos de soporte reconocieron que su dependencia de las tareas manuales para gestionar los esfuerzos de respuesta a las incidencias estaba dando lugar a tiempos de resolución más largos. Una de las principales fuentes del problema era que los equipos de nivel 2 y 3 tenían que utilizar dos sistemas de incidencias diferentes: un sistema interno que se ejecutaba en la plataforma GitHub Enterprise y un sistema orientado al cliente en IBM® Sales Cloud en la plataforma Salesforce, para realizar el trabajo. No es de extrañar que esta combinación de procesos manuales y sistemas desconectados llevara a veces a omitir pasos debido a errores humanos y retrasos en las comunicaciones críticas. Un ejemplo clásico era cuando el estado de una incidencia se actualizaba en un sistema pero nunca se "marcaba" en el otro, con lo que el cliente no se enteraba del cambio de estado.
El subproducto de este tipo de problemas fue una frustración entre el personal de soporte y el hundimiento de las puntuaciones NPS entre los clientes afectados.