Carnival Cruise Line está en el negocio de las experiencias. No comienza cuando suena el “todos a bordo”, ni termina cuando los felices pasajeros desembarcan. La experiencia comienza mucho antes, cuando los viajeros compran (y sueñan con) sus próximas vacaciones, en cualquier momento, en cualquier lugar y desde cualquier dispositivo.
Lo que el cliente ve es sencillo: unos pocos clics en carnival.com o en otros innumerables sitios de reserva de viajes y tendrá al instante dos boletos hacia el paraíso. Pero entre bastidores hay un ajetreo de actividad a través de una maraña de conexiones y redes de distribución de viajes (como Sabre) que hay que gestionar de cerca. En pocas palabras, es el complicado precio de la simplicidad. Y a medida que aumenta el número de socios de viaje que se digitalizan, Carnival necesita que la incorporación de socios sea intuitiva, eficiente y económica.
Antes, durante y después de un crucero, Carnival se enfrenta a desafíos únicos para los negocios en el mar. Los sistemas complejos a bordo deben intercambiar datos con una miríada de sistemas en tierra que abarcan todo tipo de entornos (on-prem, híbridos, en la nube). La transferencia, la sincronización y la transformación de datos deben realizarse perfectamente y con rapidez para docenas de cruceros cada semana. "Desde el punto de vista de la experiencia de los pasajeros, durante y después del crucero, tenemos que conseguir que las aplicaciones de a bordo y las de tierra se comuniquen sin fisuras", afirma Srinivas Danduboyina, supervisor de Arquitectura de Integración Empresarial de Carnival Cruise Line.
Carnival necesitaba abordar estos desafíos con un enfoque inteligente y seguro para integrar todo. Necesitaba una solución de integración que pudiera ser a la vez increíblemente flexible e implacablemente fiable. Carnival sabía que tener un enfoque monolítico de las aplicaciones crearía riesgos inherentes, en los que, si una sola conexión no funcionaba, podría derribar toda la aplicación.
El equipo de integración empresarial de Carnival se dio cuenta de que una combinación de integración basada en eventos y en API era la respuesta para asegurarse de que todo pudiera funcionar perfectamente en conjunto, manteniendo siempre en mente la optimización de la seguridad, los costos y el rendimiento.