El ritmo actual de creación de datos es asombroso. La organización promedio produce datos constantemente, tal vez incluso de forma continua, y no tarda en invertir en servidores que proporcionen un amplio almacenamiento para esa información. Con el tiempo, y probablemente antes de lo esperado, la organización acumula más datos y ese servidor se le queda pequeño, por lo que invierte en varios servidores. O esa empresa podría conectarse a un centro de datos, construido para albergar almacenes de información aún mayores.
Pero la creación de nuevos datos nunca se ralentiza por mucho tiempo. Y si una organización toma sus nuevas métricas y realiza un amplio análisis de datos sobre ellas, uno de los resultados será que se crearán aún más datos a partir de ese análisis. Llegará un momento en que los activos del centro de datos de la organización superen incluso ese almacenamiento y la empresa necesite utilizar varios centros de datos, o que los distintos departamentos de la empresa opten por utilizar otros centros de datos para determinadas cargas de trabajo informativas, aunque tal acción suponga incumplir las buenas prácticas.
Independientemente de su origen, existen problemas como la dispersión de servidores que se crea al mantener la información en ubicaciones físicas dispares. Se trata en gran medida de problemas de ineficacia y requieren una solución que agilice los procesos de almacenamiento de datos y mantenga los recursos de datos de una organización organizados de forma segura dentro de un marco lógico. Y por eso las empresas necesitan una estrategia eficaz de consolidación de centros de datos.
Dado que el término se aplica a instalaciones de diversos tamaños, debemos tener claro qué constituye un centro de datos. En primer lugar, un centro de datos es un lugar real, ya sea un edificio entero o una habitación individual. Es un espacio físico de características definibles dedicado a albergar y alojar infraestructura de TI.
En su génesis, los centros de datos solían ser creaciones singulares desarrolladas para uso exclusivo de una sola empresa. Con el tiempo, el término pasó a englobar grandes centros de datos a hiperescala gestionados por proveedores de servicios en la nube, que alojan a numerosas organizaciones y personas de distintas empresas. Por ejemplo, IBM gestiona más de 60 IBM Cloud Data Centers en distintos lugares del mundo.
Existen tres tipos de instalaciones de centros de datos que varían en función de sus usos empresariales y de las cargas de trabajo que manejan:
¿Qué activos de datos tiene y dónde los guardará? ¿Existe un método mejor, más eficaz? Estas son las preguntas que guían la consolidación de los centros de datos.
Una estrategia de consolidación de centros de datos es un plan que una organización crea y aplica para reducir sus procesos de almacenamiento de datos y racionalizar su sistema de gestión de datos.
Normalmente, cuando hablamos de servicios de gestión de datos, nos referimos a cómo implementarlos para la recopilación y recolección de datos y cómo escalarlos para cantidades de datos cada vez mayores. Pero en el caso de la consolidación de centros de datos, en realidad abogamos por el colapso de ciertos sistemas y la integración de sus datos en una ubicación más centralizada. En otras palabras, la consolidación de centros de datos es principalmente un proceso reductor, en el que no cambia la cantidad de datos de una empresa, pero sí suele reducirse el número de sus distintos sistemas de almacenamiento.
Una estrategia basada en la consolidación de centros de datos no tiene por qué ser muy complicada, pero ese plan de consolidación dependerá en gran medida de otras variables, como el número de tipos diferentes de datos que una organización necesita conservar.
En esencia, los esfuerzos de consolidación de datos son una actividad bastante sencilla que comienza con la recopilación de datos organizativos de diversas fuentes. A continuación, se mejoran los datos según sea necesario, limpiándolos y examinándolos en busca de posibles errores. Por último, los datos optimizados se almacenan en un solo lugar, donde se puede acceder a ellos con mayor facilidad.
Al menos esa es la versión simple. En realidad, para la mayoría de las empresas, la elaboración de una estrategia de consolidación del centro de datos suele ser un asunto mucho más amplio y complejo. Puede que haya que recopilar datos de varios centros de datos, la limpieza de esos datos puede requerir varios pasos y la organización debe tomar decisiones importantes sobre las necesidades actuales de datos y proyecciones inteligentes sobre los requisitos futuros de almacenamiento de datos.
Otro paso clave en la implementación depende del esfuerzo de información pública interna para familiarizar a los empleados y al resto del personal de la empresa con la estrategia de consolidación del centro de datos que se ha creado. Se ha observado que la administración de una estrategia de consolidación de centros de datos debe ser una propuesta "integral", con todas las partes interesadas informadas sobre la estrategia y lo que deben hacer para apoyarla. Una gestión eficaz del cambio puede evitar desviaciones de la estrategia, como podría ocurrir si los miembros del personal establecieran sus propios centros de datos independientemente de la nueva política de la empresa.
Aunque son numerosas las ventajas que puede obtener la organización que aplique cuidadosamente una estrategia de consolidación de centros de datos, hay un beneficio que es casi imposible de ignorar para la mayoría de las empresas: el ahorro de costes.
Al reducir el número de centros de datos y otras formas de sistemas de almacenamiento obsoletos, una organización puede reducir sustancialmente sus costes operativos. Por ejemplo, una empresa necesitará menos activos de TI cuando logre la consolidación, y esto le permitirá comenzar con el desmantelamiento de equipos obsoletos. Del mismo modo, la empresa necesitará menos centros de datos para su almacenamiento, y no tendrá que adquirir más centros. Cada una de estas situaciones podría contribuir de forma positiva al balance final de una organización, al generar reducciones de costes como la disminución de los gastos de mantenimiento.
Otros beneficios de contar con una estrategia eficaz de consolidación de centros de datos son la mejora del rendimiento, un sistema de gestión racionalizado para el almacenamiento de datos y una mayor seguridad de los datos con menos riesgos de seguridad e interrupciones debido a la presencia de activos de datos centralizados.
Otro beneficio es un verdadero "win-win", tanto para la organización como para el medio ambiente. Cuando una organización adopta una estrategia de consolidación de centros de datos, esa racionalización también aumenta la eficiencia energética de la organización, lo que reduce el consumo de energía de la empresa y disminuye su huella de carbono.
Por lo general, un proceso de consolidación de centros de datos conlleva los siguientes pasos:
Aunque se recomiendan distintos enfoques para gestionar un proyecto de consolidación de centros de datos, hay pocas dudas sobre cuál debería ser el primer paso de cualquier organización: evaluar qué activos de datos tiene y confirmar qué instalaciones de centros de datos deberían albergarlos. Esto debe realizarse con considerable precisión y minuciosidad, dada la profusión de datos en la mayoría de las organizaciones.
Antes de poner en marcha un proceso de migración de centros de datos, una organización debe definir primero los parámetros físicos del centro o centros de datos. Esto comienza con un estudio de los bienes inmuebles implicados y los aspectos geográficos (como el tamaño físico y el espacio disponible). También debe incluir factores relacionados con las necesidades eléctricas del centro de datos, como el cableado, el ancho de banda, la conectividad y el suministro eléctrico necesario.
El siguiente paso consiste en trazar un mapa de las configuraciones de software y hardware de la organización para poder emitir un juicio justo sobre los recursos y su uso. ¿Qué funciona con eficacia y qué no? Disponer de un mapa bien definido de descubrimientos y dependencias ayuda en este proceso, mientras que técnicas como la virtualización ayudan a una empresa a redistribuir sus cargas de trabajo para que una sola máquina se encargue de más cargas de trabajo.
Los proyectos de consolidación de centros de datos no son empresas pequeñas. Y dado que afectarán a todos los departamentos de una organización, estos proyectos deben ser dirigidos por personal con una gestión de proyectos segura. Asimismo, una empresa debe hacerse una idea de antemano de lo que acabarán costando estas diversas actualizaciones técnicas (como la migración a la nube) antes de que comience el proceso presupuestario completo de adquisición.
En este punto, una organización debe tener una visión global de sus activos de datos y una idea completa de cómo debe funcionar el nuevo sistema de almacenamiento de datos de la organización. Por tanto, solo queda que los arquitectos informáticos tomen todos los datos reunidos sobre los sistemas de hardware y software y desarrollen el diseño final de consolidación. En cuanto se haya examinado a fondo ese diseño, podrá ponerse en marcha el plan.
Una vez que una organización consigue un entorno posterior a la consolidación, debe tomarse el tiempo necesario para probar y confirmar plenamente la viabilidad de la infraestructura revisada del centro de datos. Eso significa comprobar todas las partes del nuevo sistema y garantizar la estabilidad de la infraestructura de TI.
Existen numerosas buenas prácticas que pueden aplicarse a la consolidación de centros de datos:
El éxito de la consolidación de los centros de datos aporta numerosos beneficios a la organización que racionaliza sus operaciones. Contar con un centro de datos consolidado le permite aumentar el tiempo de actividad y, al mismo tiempo, reducir el tiempo de inactividad. Más allá de eso, es un proceso de optimización que ayuda a una gestión eficaz del centro de datos. Cuando se utilizan de forma inteligente en conjunción con los requisitos empresariales existentes, las iniciativas de consolidación de centros de datos pueden resultar el primer paso para una gestión eficaz de la infraestructura.
Independientemente de sus prioridades empresariales, IBM ofrece las soluciones de hardware y software que necesita para almacenar y proteger de forma segura sus recursos clave, incluido el software de gestión del almacenamiento diseñado para ayudarle a consolidar los datos y hacer más con ellos.
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