Pero para millones de personas de todo el planeta, ya sea debido a discapacidades físicas o de aprendizaje, el acto de leer puede resultar bastante difícil, si no imposible. En muchos casos, sin embargo, con las técnicas y herramientas adecuadas, estos desafíos se pueden superar. Y la empresa de tecnología del aprendizaje Don Johnston Inc. lidera firmemente la democratización de la palabra escrita para todos.

"Mi padre creció con dislexia en los años 50, y en aquella época no existía mucha concienciación o apoyo para estudiantes con problemas de aprendizaje", relata Ben Johnston, director de marketing de Don Johnston. "Así que cuando fundó el negocio en 1980, nuestro objetivo era hacer que la lectura y la escritura fueran más accesibles".

Uno de los primeros proyectos de la empresa fue el desarrollo de un sistema de predicción de palabras. Idealmente, con estas herramientas, las personas con limitaciones físicas que afectaban su capacidad para teclear podrían reducir el número de pulsaciones de teclas necesarias para completar una frase, convirtiendo un esfuerzo que requería minutos en segundos.

Con el paso de los años, estas herramientas de predicción de palabras evolucionaron hasta convertirse en una de las ofertas estrella de la empresa, Co:Writer. Los educadores empezaron a ver que herramientas como Co:Writer no sólo funcionaban para personas con discapacidades físicas, sino que también ayudaban a estudiantes con disgrafía y dificultades de aprendizaje como la dislexia. Y las capacidades de conversión de texto a voz, o Text to Speech, demostraron una parte central de accesibilidad de esta solución.

Tras evaluar varias opciones, Don Johnston decidió incorporar la tecnología IBM Watson Text to Speech en su plataforma tecnológica. "La accesibilidad era crucial", explica Johnston. "Uno de los requerimientos de nuestras herramientas, y de los distritos escolares, es que las palabras se resalten palabra por palabra de forma sincronizada a medida que se van leyendo. Pero no todos los motores de voz proporcionan la información accesible que necesitamos para dar ese apoyo y orientación visuales. IBM lo hizo".

Como primer paso, Don Johnston integró la tecnología de IBM con sus herramientas Co:Writer y Snap&Read. Co:Writer ayuda a los usuarios a articular sus pensamientos en un texto escrito, utilizando la predicción de palabras, el soporte de traducción y el reconocimiento de voz.

"Ahora, cuando los usuarios escriben con Co:Writer, pueden escuchar el texto mientras se les lee", añade Johnston. "Les permite confirmar cosas como ¿esto tiene sentido? ¿Significa esto realmente lo que quiero decir? Ese tipo de refuerzo puede ayudar realmente a los alumnos a autoevaluar su escritura y a producir frases legibles y comprensibles."

Snap&Read utiliza la tecnología IBM® Watson para ofrecer una serie de capacidades que hacen la lectura más accesible, como la anotación de PDF y la nivelación dinámica de texto, en la que las palabras y frases más complejas se sustituyen por términos más sencillos y fáciles de leer. El kit de herramientas también cuenta con capacidades de reconocimiento óptico de caracteres (OCR) que, combinadas con IBM® Watson Text to Speech, permiten a Snap&Read leer en voz alta contenidos que puedan estar incrustados en una imagen, como un gráfico o una infografía.

"Snap&Read hace que el texto sea más legible", señala Johnston. “Y ahora, mientras el estudiante lee, puede utilizar Text to Speech para comprender aún mejor el contenido a un ritmo mayor que antes. También incluimos ayudas para estudiantes de inglés, de modo que un estudiante puede traducir el texto y hacer que esa parte se lea en un idioma que le resulte más familiar. La solución de IBM ofrece distintas voces para los más de 100 idiomas a los que traducimos".

Y para ayudar a las escuelas a identificar qué estudiantes podrían beneficiarse del uso de estas herramientas, Don Johnston creó su plataforma de evaluación uPAR, que ahora también se complementa con IBM Watson Text to Speech.

"Hacemos que los alumnos pasen por un proceso que proporciona a los educadores datos que demuestran si las adaptaciones de lectura en voz alta funcionarán para un alumno concreto y, en caso afirmativo, en qué medida se beneficiarán", señala Johnston. "Estamos triangulando su comprensión y averiguando qué estudiantes se beneficiarían de este tipo de apoyo. Y lo que hemos descubierto es que aproximadamente el 55 % de los alumnos que leen por debajo del nivel de su curso pueden comprender a un nivel igual o superior al de su curso cuando escuchan la lectura de un texto en voz alta."