Esfuerzos para combatir la trata de personas

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La trata de personas es uno de los temas más controvertidos y difíciles. La llamada esclavitud moderna, es un crimen humano y financiero generalizado que hoy ocupa la tercera posición en el ranking en la economía del crimen organizado internacional, sólo superado por el tráfico de drogas y armas, victimizando a más de 40.3 millones de personas en todo el mundo y, por desgracia, en plena expansión.

La esclavitud moderna tiene muchas caras, todas vinculadas a la vulnerabilidad y la desinformación, por parte de las víctimas de la trata, y por la población en general que no conoce patrones indicativos de una posible situación de trafico. En América Latina, una proporción significativa de víctimas de la trata de personas son explotadas en la prostitución (58 a 59%) o en trabajos forzados (32 a 34%); a trata de personas también es parte integral de los negocios en torno a la provisión de servicios domésticos, a las adopciones ilegales y a la mendicidad impuesta, sobre todo en Sudamérica, según el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

El reto

Es posible que la naturaleza diversa y descoordinada de las respuestas a la trata de personas sea parte del problema. Las organizaciones recopilan información sobre el tráfico relevante para sus propias operaciones y desarrollan su conocimiento a través de ese prisma. Pero a menudo no ven las diferentes perspectivas de otras organizaciones.

Las organizaciones del sector voluntario que se ocupan de las víctimas tienen un amplio conocimiento de las narrativas de las experiencias directas de trata y explotación. Las instituciones financieras tienen datos de transacciones y cuentas potencialmente sospechosas que muestran signos o “focos rojos” de tráfico de empresas. La policía tiene datos sobre casos de tráfico de sus investigaciones y enjuiciamientos.

Pero la imagen general del conocimiento de dónde está el tráfico y cómo funciona está fragmentado. Las organizaciones tienen poca comprensión de cómo su perspectiva puede beneficiar a otros; o cómo compartir su perspectiva, sus datos, de manera segura, confiable y confiable.

Trabajando en la solución

También puede haber cierta reticencia a compartir información, especialmente en la comunidad contra la trata. Existen inquietudes sobre la información confidencial y personal, o el uso indebido de los datos con fines comerciales. Para algunas entidades, es simplemente una cuestión de no apreciar el valor más amplio de los datos que contienen.

STOP THE TRAFFIK, a través de su asociación con IBM, pueden garantizar la seguridad de los datos y análisis potentes. ¿Podría esto ayudar a fomentar la colaboración y el intercambio de información entre diferentes sectores y tipos de organizaciones? Es así como surge el concepto de Traffik Analysis Hub; para apoyar un entorno de colaboración y confianza, y superar las barreras y la renuencia a compartir información.

El Traffik Analysis Hub (TA Hub) es una asociación revolucionaria en todas las industrias y sectores, incluidas las instituciones financieras, las organizaciones no gubernamentales (ONGs), las fuerzas del orden y las agencias gubernamentales.

Todo está unificado con el objetivo común de compartir datos para detener la trata de personas. Ahora en pleno funcionamiento, utilizando tecnologías cognitivas avanzadas desarrolladas por IBM, los socios de TA Hub recopilan información y comparten análisis altamente accesibles sobre la trata de personas basándose en más de 300 mil registros, como parte de sus actividades cotidianas. IBM utiliza tecnología de inteligencia artificial para analizar y procesar rápidamente volúmenes de datos de una variedad de fuentes, garantizando su seguridad e integridad.

Existe una aplicación móvil que permite informar de situaciones sospechosas en https://www.stopthetraffik.org/stopapp/