Mujeres en STEM. Entrevista con Ana Hentze: “Mi sueño era trabajar en la NASA y hoy arquitecto el futuro”

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Para Ana Hentze, arquitecta de soluciones de nube en IBM México, el sueño infantil de trabajar en la NASA se convirtió fácilmente en querer ser ingeniera para ser parte del desarrollo de las nuevas tecnologías.

“Después de algunos giros durante la universidad, descubrí que lo que en verdad me apasionaba era la ingeniería en sistemas y hoy, en IBM Cloud hacemos la tecnología del futuro y muchas de las soluciones que desarrollamos se están implementando en la NASA y en otras empresas híper tecnológicas”, relata Ana.

Por desgracia, Ana ha vivido la disparidad de género como un tema recurrente en su carrera profesional, empezando porque en su universidad, de su grupo sólo se graduaron dos mujeres.

Y es que en la actualidad, las universidades sólo ofrecen el 20% de las horas de ingeniería requeridas en comparación con los planes de estudio de otros países, como lo indican datos de Movimiento STEM. En 2016, países como China produjeron alrededor de 4,6 millones de graduados en STEM e India, 2,8 millones, mientras que en Estados Unidos fueron 500 mil.

Si analizamos el punto desde una perspectiva de género, la realidad de las mujeres en las carreras de STEM es tema de preocupación mundial. En México, por ejemplo, sólo el 8% de las mujeres eligen este tipo de carreras, haciendo que la brecha en la especialización que exigirán las nuevas carreras: ciencia de datos, ciberseguridad, hacking ético y ciencia cognitiva, sea cada día mayor.

“Las carreras del futuro pondrán al alcance de las nuevas generaciones de mujeres muchas oportunidades, pero será siempre y cuando ellas quieran. Al final todos tenemos las mismas posibilidades, así que será un tema de que las mujeres quieran desarrollar las nuevas habilidades que estas carreras exigirán”, comenta Ana.

La necesidad de expertos en las llamadas ‘carreras del futuro’ (científicos de datos, inteligencia artificial, nube, computación cognitiva y cibernética) será determinante en la inclusión de cada vez más mujeres en carreras STEM, una de las razones por las que IBM está comprometido a impulsarlas redefiniendo las posibilidades de los jóvenes y creando una nueva generación de líderes.

Ante estas posibilidades tiene más que nunca sentido trabajar en la igualdad y diversidad para que la brecha, que para todos es visible, sea un espacio en donde las niñas y mujeres se empoderen.

“Todo empieza desde pequeñas. Hoy hay que darles a las niñas mucha más libertad, sobre todo de pensamiento. Dejarlas deshacer las cosas para investigarlas, aprender y jugar con otro tipo de juguetes, construir y crear para que se den cuenta en ellas pueden cualquier cosa”.

Este consejo que Ana pone sobre la mesa es clave para derribar cualquier barrera. “Para mi ha sido crucial en la batalla tener una jefa, María Rosa Casillas -líder de Cloud en IBM México-, firmemente comprometida con el desarrollo de más mujeres en el área”.

A su corta edad (31 años), hoy Ana es miembro de la Academia de Tecnología de IBM, en donde al momento se cuentan tres mujeres mexicanas y va por más. Como arquitecta, como visionaria y como modelo a seguir para las nuevas generaciones que vienen subiendo la cuesta.