¿Tiene beneficios la nube? Puede apostar por ello

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Cuatro capacidades que impulsan los servicios financieros en la nube pública.

Cuando piensa en bancos, probablemente le vengan a la mente columnas de mármol y bóvedas de acero. Proyectan estabilidad, confiabilidad, seguridad y confianza.

¿Qué pasaría si hoy en día el verdadero símbolo de la confiabilidad de un banco fuera la nube, con la ventaja adicional de una innovación más rápida y una eficiencia a escala mundial? ¿Y si la computación en la nube, que antes parecía tan vulnerable e imprevisible, se hubiera convertido por su tamaño, alcance y ambición, en uno de los lugares más seguros y adaptados al cumplimiento de la normativa para que una empresa financiera realice sus actividades?

A fines pasado, IBM anunció que había diseñado la primera nube pública de servicios financieros del sector, que abordaba la mayoría de las necesidades básicas de las organizaciones financieras, creada en colaboración con el primer cliente de la plataforma, Bank of America. Hoy, BNP Paribas y docenas de proveedores de servicios se han unido a ellos para lanzar IBM Cloud for Financial Services.

Sin embargo, no solo se trata de contar con algunos de los diez bancos más grandes del mundo. Cuando se trata de construir una nube pública adecuada para un sector que es el sistema circulatorio de la economía mundial, se deben tener cuatro capacidades.

La libertad de innovar

Uno de los mayores atractivos de la nube pública ha sido siempre su adaptabilidad y flexibilidad. Su banco podría lanzar un nuevo servicio o una aplicación que se vuelva muy popular de la noche a la mañana. Tal vez los reguladores o el equipo de seguridad quieran duplicar las copias de seguridad del sistema de pagos.

«Antes era necesario comprar un montón de servidores nuevos, tener espacio para colocarlos, configurarlos… una gran inversión no solamente de dinero, sino de tiempo», explica Tom Eck, CTO global de Banca y mercados financieros de IBM. «Con la nube pública, vemos que los bancos tienen acceso a los recursos que necesitan en cuestión de minutos u horas».

Descubra la primera nube pública creada para los servicios financieros

Esta flexibilidad ya era fundamental en el vertiginoso mundo digital, y en 2020 se ha vuelto aún más esencial. Las interrupciones provocadas por desastres naturales, las crisis macroeconómicas y los ciberataques revelaron en el pasado la necesidad de que las empresas fueran ágiles; la nueva normalidad provocada por la COVID-19 ha llevado esta necesidad al extremo.

La capacidad de escalar rápidamente las operaciones cotidianas y de lanzar nuevos productos con rapidez, aprovechando los servicios y socios ya integrados en la nube pública, significa que las instituciones financieras pueden estar mejor preparadas para lo que les depare el futuro.

También debería haber libertad en ese futuro. Al utilizar un modelo de open source en el que las aplicaciones se alojan en contenedores portátiles, como los que ofrecen IBM y Red Hat, sus operaciones pueden ejecutarse tanto en cualquier nube como en las redes locales. No está limitado.

Las asociaciones están proliferando

La mayoría de los bancos llevan años apostando por las asociaciones y las plataformas desde hace años, como es bien sabido, y la mayoría de esos socios se están yendo a la nube o han comenzado en ella. Las fintech, o empresas de tecnofinanzas, han desempeñado un papel especialmente importante en la última década. Muchas instituciones tradicionales las consideraron primero como rivales y posteriormente como adquisiciones. Ahora, con la nube pública, es más fácil colaborar y obtener los servicios que necesitan y construir plataformas juntos.

«El valor real de la banca abierta no consiste en intentar hacerlo todo uno mismo», afirmó Bharat Bhushan, CTO de Servicios financieros de IBM para Europa. «Se trata de analizar qué es lo que hacen bien los demás y de explorar ese modelo de asociación en el que se crea una situación beneficiosa para todos. Esas relaciones prosperan en la nube».

También prosperan cuando hay confianza, razón por la cual IBM, Bank of America y BNP Paribas crearon el Financial Services Cloud Advisory Council. Los usuarios de la nube pública de servicios financieros pueden tener confianza en que sus pares en la plataforma son confiables y cumplen con la normativa.

La nube también es el lugar donde las tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial, el edge computing y los programas cuánticos pueden convivir con libertad. Muchas de estas tecnologías han crecido tanto y se han vuelto tan complejas que aprovechar todas sus capacidades dentro de un centro de datos privado es casi imposible.

La regulación es fundamental

Una de las mayores limitaciones para la adopción de la nube pública ha sido durante mucho tiempo la normativa financiera. La importancia de mantener buenas relaciones con los reguladores conduce naturalmente a un enfoque conservador de las operaciones.

Una cosa es alojar un chatbot de atención al cliente en un servidor en la nube. Otra muy distinta es alojar allí la tramitación de las hipotecas o las cuentas de ahorro y que los organismos encargados de la supervisión acepten que los datos de los clientes y las operaciones del banco en general son seguras.

En colaboración con Promontory Financial Group, una unidad de IBM que ayudó a redactar muchas normativas sobre la nube en los Estados Unidos y la Unión Europea; IBM y Bank of America crearon un marco regulatorio que contiene numerosos controles de la nube pública, patrones de arquitectura, así como orientación para la implementación y las pruebas, todo lo cual respalda las necesidades regulatorias y de seguridad de las instituciones.

«En la banca, todo gira en torno a la evaluación del riesgo», dijo Eck. “Cuando un banco evalúa los beneficios de la nube pública, poner en peligro el cumplimiento de la normativa siempre ha sido un riesgo. Pero le hemos dado la vuelta a eso: hemos implementado barreras regulatorias y ahora, en lugar de ser una carga, uno de los beneficios inherentes a nuestra nube es la capacidad de cumplir más fácilmente con los requisitos normativos».

Las instituciones que adoptan IBM Cloud for Financial Services pueden adaptar fácilmente su marco regulatorio a sus necesidades, así como integrar fácilmente el suyo propio. Esto ayuda a las empresas a confirmar rápidamente que las aplicaciones que se ejecutan en la nube cumplen con la normativa y las obligaciones de seguridad vigentes.

Además, el marco se actualiza según sea necesario para respaldar que se siga cumpliendo la normativa en el futuro. El nuevo marco regulatorio es la forma en que IBM diseña una solución que convierte una obligación en una ventaja.

Seguridad, seguridad, seguridad

Si sus operaciones se han trasladado fuera de sus propios muros, sus propios servidores e incluso su propia nube privada, ¿cómo puede garantizar que sean seguras? «Es sencillo», dijo Bhushan. «Sus datos siguen siendo sus datos, la información derivada de esos datos sigue siendo suya, y la seguridad no consiste únicamente en la seguridad de punto a punto, end-to-end».

La naturaleza y la sofisticación de las ciberamenazas implican que cada vez exista una mayor seguridad en los números. De la misma manera que la nube pública ofrece más acceso a diversos servicios y aplicaciones, puede ofrecer una mayor seguridad al agregar los requisitos cibernéticos de múltiples instituciones. Esta defensa combinada está diseñada para ayudar a IBM Cloud for Financial Services a ofrecer una seguridad más robusta, más eficiente y actualizada con mayor regularidad.

Lo que distingue particularmente a IBM Cloud for Financial Services es que, si bien todos los participantes se benefician de su seguridad compartida, IBM es el único socio que proporciona a cada organización el control exclusivo de sus claves criptográficas, lo que les da la confianza de que terceros no comparten sus claves.

«Con esta nueva confianza en la capacidad de la tecnología de la nube para satisfacer sus necesidades de seguridad y cumplimiento normativo, los bancos pueden ampliar su alcance sin perder de vista su misión principal de atender a los clientes», escribió recientemente en Forbes Sarah Diamond, directora general global de Banca y mercados financieros de IBM.

Para conocer más sobre cómo acelerar su jornada hacia la nube con confianza, lea el siguiente estudio.

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